miércoles, 13 de febrero de 2013

Lo siento…







…por no saber incentivar, por ser incapaz de mantener la expectativa, por no poder conseguir complicidad en mis proyectos, por no atraerte con mis advocaciones a tus letras.

Gracias a quienes han colaborado en este espacio, a quienes han estado al otro lado leyendo los relatos aquí expuestos y también, por qué no, a quienes no han querido participar, consiguiendo que abra los ojos de una vez y no pierda más tiempo empecinado en mantener empresas absurdas y sin interés alguno.

Esta vez he necesitado muchas menos palabras. Pero también ha sido un placer escribirlas. Hasta siempre.

lunes, 31 de diciembre de 2012

El artículo 33






Lo estaba viendo venir y sabía que no iba a poder eludirlo. Era demasiado tarde para cambiar la trayectoria que ambos habían elegido. Cada uno por una razón diferente. Y ambos con la misma firmeza en su decisión. Con lágrimas en los ojos esperó el fatal desenlace. Todo lo que nace, muere. Es el axioma más irrefutable de esta puta vida. Nadie ha logrado probar que no fuera cierto porque todos lo hemos experimentado muchas veces a lo largo de nuestra existencia, pese a sobrevivir en muchos casos. Pero esta vez lo veía venir, directo hacia si: dos faros en mitad de la nada nocturna viajando contra él a toda ostia… y, decididamente, no lo evitaría.

[este texto contraviene una de las normas de este espacio: no tiene una temática erótica. Bueno, tal vez sea así… o tal vez no. El caso es que soy aquí la ley, y yo digo que sí la tiene, por el artículo 33 o del 69 si les parece más sexy. Y a reclamar, al maestro armero; y a saber a Salamanca, chatos]

viernes, 7 de diciembre de 2012

La mano de Berta






Otra vez Alfredo refiriendo a sus amigos la misma situación. El relato se había transformado en ritual a fuerza de ser repetido. Las mismas carcajadas en los mismos momentos. Aquella noche de juerga dio para mucho, especialmente cuando Berta le metió mano por detrás. Cuántas veces escuchando cómo se le había puesto dura, pese a estar borracho, al tacto de la mano de la mujer imaginada en su paquete… ¡qué cachondeo provocaba ese pasaje en sus amigos!

Ernesto, como todos, llevaba oyéndoselo contar durante 20 años y, a estas alturas, no era cuestión de confesarle que la mano de Berta era la suya. Total… era Alfredo el único que lo desconocía. Y esa era la gracia.


martes, 27 de noviembre de 2012

Crazy (Lady E. Tahis Stone)






Sonó Crazy de Aerosmith. Tres tonos. Esa canción sonaba sólo cuando ella me llamaba y tres tonos significaba que tenía ganas de sexo.

Nada más tocar el timbre, ella abrió la puerta. Estaba desnuda, solo su melena negra le tapaba los pechos. Me acerqué a ella, pero me rechazó. Quería ponerme caliente.

Minutos más tarde estaba jugando con mi polla en su boca, en sus manos, entre sus tetas y luego en su culo. No había experimentado mayor placer que el de verla cabalgándome de espaldas y tocándose. Y yo solo tenía que agarrarla de la cintura.

Cuando quise darme cuenta, ella estaba chupando el semen que brotaba de mi polla y caía hasta el suelo.


E. Tahis Stone.


http://yoursexystories.blogspot.com/

[este blog solo admite visitantes invitados, pero si hablan con su dueña seguro que les permitirá disfrutar de sus placeres]

jueves, 15 de noviembre de 2012

SEXO ORAL (por Lady Ayam)






-Empezaré por acercarme lentamente por detrás. Te tomaré por las caderas, acercándote a mi cuerpo. Apartaré tu pelo y besaré lenta y lascivamente tu nuca, como sé que te gusta, mientras te rodeo con mis brazos y me pego aún más a tu cuerpo para que sientas lo que me provocas, como crece y se endurece mi deseo. Después bajaré la cremallera de tu vestido, deslizaré los tirantes mientras acaricio tus brazos sin dejar de besarte. Recorriendo tu cuello, tus brazos, hasta llegar a tus hermosos pechos. Bajaré por tu vientre mientras te devora la ansiedad de sentirme solo tuyo, disfrutaré del manjar de tu entrepierna hasta lograr matarte de placer.

-Vas a follarme?

- Quizás mañana, hoy estoy cansado.

- Que lástima que toda la fuerza se te escape por la boca.

viernes, 2 de noviembre de 2012

EL APAÑO (por Adán Bovary)






Justo cuando iba a correrse. Las jodidas pilas no tenían compasión alguna. ¡Qué fastidio! Se había acostumbrado a estimularse con su juguete y ya no podía gozar sin su ayuda. Esa noche tenía ganas de una buena paja… ¿qué podía hacer? ¡Claro! Se acordó de él: siempre estaba a esas horas en el chat. Entró y le buscó. Comenzó a excitarle. Cuando creyó que estaba calentito le invitó a llamarla al móvil. <<Insiste, chato: seguro que me haces gozar hasta el orgasmo>>. Él marcó el número dispuesto a darse un festín virtual. Agotó los tonos: nada. Otra vez. Y otra. Chateó: <<¿Qué pasa? ¿Ya no quieres?>>…


…Ella resoplaba feliz con el móvil-vibrador pegado a su clítoris…